Relato continuado

La idea es que vayamos creando una historia entre todos. Cada uno pone una frase (de la extensión que desee). Creo que todos hemos jugado a esto en alguna ocasión (muy típico de las clases aburridas del colegio). Así que sin más preámbulos empiezo.




El pasillo estaba totalmente oscuro sólo se escuchan unos pasos.

El pasillo estaba totalmente oscuro sólo se escuchan unos pasos. Debía ser François, el mayordomo, según la servidumbre ultimamente está un poco raro. Dicen que tras el domingo pasado, se nota temeroso y mira a todos lados con recelo, como si esperara que algo o alguien fuera a hacerle algo.

El pasillo estaba totalmente oscuro sólo se escuchan unos pasos. Debía ser François, el mayordomo, según la servidumbre últimamente está un poco raro. Dicen que tras el domingo pasado, se nota temeroso y mira a todos lados con recelo, como si esperara que algo o alguien fuera a hacerle algo.
Todo había cambiado desde que su señor había caído enfermo, la noche parecía más larga, las oscuridad más inclemente, y el silencio más profundo.

El pasillo estaba totalmente oscuro sólo se escuchan unos pasos. Debía ser François, el mayordomo, según la servidumbre últimamente está un poco raro. Dicen que tras el domingo pasado, se nota temeroso y mira a todos lados con recelo, como si esperara que algo o alguien fuera a hacerle algo.
Todo había cambiado desde que su señor había caído enfermo, la noche parecía más larga, las oscuridad más inclemente, y el silencio más profundo. Los síntomas que presentaba eran de lo más inverósimiles y ningún médico, herbolista o curandero había conseguido adivinar la causa de sus males.

El pasillo estaba totalmente oscuro sólo se escuchan unos pasos. Debía ser François, el mayordomo, según la servidumbre últimamente está un poco raro. Dicen que tras el domingo pasado, se nota temeroso y mira a todos lados con recelo, como si esperara que algo o alguien fuera a hacerle algo.

Todo había cambiado desde que su señor había caído enfermo, la noche parecía más larga, las oscuridad más inclemente, y el silencio más profundo. Los síntomas que presentaba eran de lo más inverósimiles y ningún médico, herbolista o curandero había conseguido adivinar la causa de sus males.

Su hija se había mantenido a su vera todo el tiempo, preocupada por él, pero cada vez que amanecía, parecía más débil, la servidumbre temía que adquiriera el mismo mal que su padre.

El pasillo estaba totalmente oscuro sólo se escuchan unos pasos. Debía ser François, el mayordomo, según la servidumbre últimamente está un poco raro. Dicen que tras el domingo pasado, se nota temeroso y mira a todos lados con recelo, como si esperara que algo o alguien fuera a hacerle algo.

Todo había cambiado desde que su señor había caído enfermo, la noche parecía más larga, las oscuridad más inclemente, y el silencio más profundo. Los síntomas que presentaba eran de lo más inverósimiles y ningún médico, herbolista o curandero había conseguido adivinar la causa de sus males.

Su hija se había mantenido a su vera todo el tiempo, preocupada por él, pero cada vez que amanecía, parecía más débil, la servidumbre temía que adquiriera el mismo mal que su padre.

Eso se veia perfectamene en el ama de llaves, que no dejaba de rezarle a todos los santos habidos y por haber confiando en que la protegieran de ese mal desconocido.

El pasillo estaba totalmente oscuro sólo se escuchan unos pasos. Debía ser François, el mayordomo, según la servidumbre últimamente está un poco raro. Dicen que tras el domingo pasado, se nota temeroso y mira a todos lados con recelo, como si esperara que algo o alguien fuera a hacerle algo.

Todo había cambiado desde que su señor había caído enfermo, la noche parecía más larga, las oscuridad más inclemente, y el silencio más profundo. Los síntomas que presentaba eran de lo más inverósimiles y ningún médico, herbolista o curandero había conseguido adivinar la causa de sus males.

Su hija se había mantenido a su vera todo el tiempo, preocupada por él, pero cada vez que amanecía, parecía más débil, la servidumbre temía que adquiriera el mismo mal que su padre.

Eso se veia perfectamene en el ama de llaves, que no dejaba de rezarle a todos los santos habidos y por haber confiando en que la protegieran de ese mal desconocido. Las santas invocaciones no parecían surtir efecto y la mujer acudió preocupada al padre Silvestre para que realizara un exorcismo sobre su querido patrón.

El pasillo estaba totalmente oscuro sólo se escuchan unos pasos. Debía ser François, el mayordomo, según la servidumbre últimamente está un poco raro. Dicen que tras el domingo pasado, se nota temeroso y mira a todos lados con recelo, como si esperara que algo o alguien fuera a hacerle algo.

Todo había cambiado desde que su señor había caído enfermo, la noche parecía más larga, las oscuridad más inclemente, y el silencio más profundo. Los síntomas que presentaba eran de lo más inverósimiles y ningún médico, herbolista o curandero había conseguido adivinar la causa de sus males.

Su hija se había mantenido a su vera todo el tiempo, preocupada por él, pero cada vez que amanecía, parecía más débil, la servidumbre temía que adquiriera el mismo mal que su padre.

Eso se veia perfectamene en el ama de llaves, que no dejaba de rezarle a todos los santos habidos y por haber confiando en que la protegieran de ese mal desconocido.Las santas invocaciones no parecían surtir efecto y la mujer acudió preocupada al padre Silvestre para que realizara un exorcismo sobre su querido patrón.

El padre Silvestre, se encontraba meditando sobre las cosas de Dios, cuando el ama de llaves entró presurosa en el claustro del monasterio.