Bueno, yo no te voy a desear felicidades por anticipado, todo el mundo sabe que eso es de mala suerte, así como todos saben que las verdaderas intenciones de Lucie son simplemente causarte el infortunio.
Así que aca estoy, con unos ajos alrededor del cuello, una mano en las partes, una medallita de San Benito, y una cinta roja atada al dedo índice, esperando a ver que den las doce para desesarte felicidades, y contrarrestar la ola de mala suerte que envía Lucie desde las costas ibéricas.
¡Nada de feliz cumpleaños por el momento!