Washington: Interpretación.

Espíritu de Plata estaba echado en el piso de esa habitación de mala muerte, dormitando de a ratos. Sus orejas no dejaban de moverse, intentando descubrir algún sonido. Un sonido producido por eso que sentía que rondaba el lugar. No era un miembro de su manada, podía ubicarlos con el olfato. Era algo más.

La noche pasaba, la luna surcaba el cielo, y le cedía su dominio al sol. Sus ojos no secerraron por mas de unos pocos minuto en toda la noche. El amanecer lo encontró algo tenso y despistado.

Athos se llego hasta el salon y se dejo caer sobre un sofa bastante grande y desvencijado -Especial para obesos – dijo antes de que Hellionte preguntase -mama lo consiguio para mi. ¿quieres ver algo en la tele?, para cambiar de tema digo – mientrs encendia la TV con el mando a distancia

Hellionte se sonrio un poco y nego con la cabeza -No... no gracias, no me agrada mucho la TV...- le respondio mas por reflejo que por otra cosa... tal vez era un gusto adquirido de la persona que antes habia sido.

-Pero pon lo que tu quieras...- le dijo al joven mientras que el se tallaba un poco la frente suspirando. Las cosas que habia dicho Freya habian sido bastante fuertes... y teniendo en cuenta todo lo que habia sentido la noche anterior... solo podia imaginar por lo que debia estar pasando la joven... aun asi, le sorprendio un poco la situacion. Antes de el incidente de ayer a la noche, Freya parecia una persona totalmente normal... y ahora de repente habia tenido una especie de colapso mental

Elora aparecio en el salon con una fuente de bacon y huevos revueltos y una jarra de cafe en la otra mano. -A desayunar- dijo sentandose a la mesa -tú – refiriendose a su hijo -cambia a las noticias ya sabes que me gusta estar informada de lo que ocurre en esta ciudad desde bien temprano y tú – fijandose en Hellionte -sientate tambien y deja de poner cara de muerto... – suspiro - esta bien que te preocupes, de hecho da gusto, pero este no es asunto tuyo...

Hellionte asintio mientras que se sentaba a la mesa, ignorando deliberadamente la hostilidad que subyacia en las palabras de la mujer. -Gracias...- dijo mirando el desayuno. Se quedo en silencio un buen rato mientras que comia pero finalmente volvio a hablar

-Ayer en la fiesta hable con una Theurge... Lily vista-feerica...- dijo el Fenris -Me dijo algunas cosas extrañas... como si hubiera visto algo en el futuro...- dijo Hellionte -De todas formas... quede con ella en verla hoy a la tarde, en la fuente de los deseos...- le dijo a Elora -Podrias indicarme como llegar hasta ese lugar?- le pidio a la mujer -Porque no creo que pueda hacer mucho aqui hoy, ni por pack ni por freya, ni por ustedes...- le dijo

-¿Esa es la hermana rara de William, no? – pregunto Athos levantando al cabeza de su plato. Su madre asintio -Lo es, pero no es rara, y no se te olvide callartelo en su presencia, bocazas...- le dirigio una seria mirada y volvio a mirar a Hellionte

- No es rara – le sonrio - pero digamos que ella a veces ve cosas, cosas que nadie racional creeria- sorbio un poco de cafe - pero acaso no estamos nosotros fuera de lo racional?

-Para llegar hasta la fuente, al salir toma el camino de la derecha, al llegar a la bahia veras un barco, dile al dueño que te suba y te lleve al otro lado. Daras con la parte trasera de la fuente y por favor no se te olvide llevarte lago para el barquero y algo para los totems, viven alli y rata es muy quisquillosa – explico echandole algo más de cafe en su taza

-No me parecio rara... era una mujer agradable y tranquila...- dijo Hellionte -No me parecio irracional lo que dijo... fue una advertencia para el futuro a tener en cuenta nada mas...- dijo el Fenris suspirando -Pero bueno, algo como que seria apropiado para llevar?- le pregunto Hellionte a Elora

-Un acertijo al Espiritu del Despertar, algun bichejo a Aguila y cualquier cosa comestible pero rica a Rata, un dulce o algo asi, le encantan y ah.. nada de ratas o ratones para Aguila, que no seria el primero que cae en ese tonto desliz...-

Hellionte miro la bola de dulce que le habia obsequiado Athos, que habia dejado sobre la mesada y sonrio, ya tenia algo para rata... ahora tenia que pensar en algun acertijo para el espiritu del despertar... y buscar algun bichejo para Aguila... -Y el barquero?- pregunto Hellionte

-Es un parentela que suele pasar la basura de un lado a otro, pero tambien pasa a gente por algunos dolares y a los huidos o perseguidos de la ley garou cuando hace falta. Es un tipo bastante discreto y a menos que se le de conversacion él para nada abre el pico y hablando de bocas cerradas... – miro de reojo a las escaleras y hablo más bajito para ambos. -Con lo que ha pasado aqui hoy chiton, ¿vale?-

-¿Ni siquiera sobre como de dulce era el ahroum con ella?- bromeo Athos antes de que su madre le diera un coscorron. -Ni siquiera sobre eso. Ellos lo diran cuando esten preparados o lo callaran como saben hacer muchos... –

-Deberias advertirles sobre el gran peligro que corren... al seguir este camino...- le dijo Hellionte mirando a Elora. -No se si estan realmente conscientes de ello...- dijo el Fenris suspirando profundamente

-Y enseñales a ser mas discretos... no necesite ver lo que ocurrio hoy para deducir nada...- dijo el garou haciendo una mueca.

-Pero no dire nada, si es lo que te preocupa...- le dijo el hombre -Asi que no debes preocuparte por ello... te doy mi palabra de que no lo hare... a esto incluso la persona que antes era, deberia atenerse...- le dijo el fenris suspirando.

-Me siento tan mal por tener que buscar formas de proteger a otros de lo que era... si es que vuelvo a ser eso...- dijo suspirando muy profundamente antes de tomar un poco de cafe.

-Chico yo ya les he advertido sobre lo que deben hacer para que no metan la pata más de lo debido- dijo señalando sin pudor a su hijo - yo no me arrepiento, que conste, pero ellos son todavia mas jovenes que cuando yo comence a besuquear labios lobunos y que labios.. mmm- se recorto un tanto al ver el rostro de Athos. Tosio ligeramente y volvio a retomar palabra

-Hellionte- le llamo Athos -¿me enseñaras a pelear como la Camada, sin huir incluso ante la muerte?. Quiero dejar de ser un cobarde.-

Las palabras sin duda le cogerian tan de sorpresa como le cogio incluso a Elora que casi escupe el cafe.

Hellionte se sorprendio un poco pero se quedo pensativo y luego se rasco un poco el menton. -El destino a veces es un poco ironico...- dijo para si -Pero... si... si tu estas dispuesto a aprender... yo estoy dispuesto a enseñarte lo que se- le dijo el Fenris despues de unos segundos.

-Aunque vas a tener que copar con que yo acabo de perder mi memoria... y la persona que antes era... era totalmente diferente a la que soy ahora...- le dijo mirandolo.

-Tampoco se que vaya a suceder en el futuro... ni proximo ni cercano... pero mientras pueda... te enseñare lo que se...- le dijo el Fenris suspirando -Es lo menos que puedo hacer supongo...-

-¡Bien! – exclamo el cachorro cerrando la mano en un puño alzado

-No tan rapido jovencito.. nada de peleas mientras no te acabes el desayuno y claro esta, mientras no sepamos que recuerda aun él. No quisiera que te enseñara nada incorrecto o que este a medias, no es un juego...-

Hellionte asintio en silencio mientras que seguia comiendo el desayuno. Era claro que Elora no queria que Athos estuviera bajo la tutela de el. No debia confiar en el de ninguna manera... tampoco la culpaba.

El telefono resono y antes de dar la segunda señal ya Elora lo habia cogido.

-¿Si?... ¡¿Como?! – parecio bastante soprendida -Si..si, mierda he dicho que si – se removio nerviosa y molesta, tapo la boca del telefono un momento para dirigirse a su cachorro -Athos traeme la bolsa de las herramientas-

-¿La de la cama o la de las escaleras?- Su madre lo fulmino con la mirada y el cachorro subio corriendo las escaleras sin decir ni mu, justo para bajarlas al poco llevando una gran bolsa parduzca, para nada parecia una caja de herramientas.

Hellionte alzo una ceja mientras que veia todo eso, pero se mantuvo en silencio y escuchando. No iba a interrumpir a Elora mientras hablaba por telefono...

Colgo el telefono -Tengo que irme – anuncio echandose la bolsa al hombro por un asa -portate bien Athos, Hellionte , ¿sales?- haciendole un gesto cuidadoso con la mano, inadvertido, esperaba para Athos

Hellionte asintio -Si...- dijo mirando la hora en el televisor -Sino no voy a llegar a preparar las cosas para ir a la fuente... luego seguimos hablando Athos...- le dijo el Fenris mientras que dejaba el plato ya vacio del desayuno.

-Vale- contesto animosamente este -llevate esto – le paso un dulce - ya sabes que si te olvidas...-

Hellionte asintio -Gracias- dijo tomandolo con una sonrisa. Realmente ya se lo estaba olvidando, dados los ultimos acontecimientos que le habian robado la atencion.

Una vez fuera Elora lo cogio del hombro y lo puso contra la pared casi de golpe bastante más brusca de lo que realmente habia querido. -Escuchame bien porque no voy a volver a repetirlo. Ni por asomo te marches del tumulo hoy. Ni hagas preguntas que no deberian contestartese por incomodas sobre tu pasado. Haz lo que te digo, todo... es por tu bien – resoplo soltandole

-Lily iba a contarme una historia que sabia sobre mi hoy...- dijo Hellionte -¿Que se supone que esta pasando?- le pregunto friamente.

-¿Que te he dicho sobre hacer preguntas? – le recrimino volviendose para irse -vete a tu cita con Lily, no hay nada de malo en que sepas de tu historia, pero no pases mucho mas de ahi... por hoy, de momento- se le acaloro la voz.

-¿Cuales son los limites del tumulo?- le pregunto Hellionte -Asi se hasta donde debo ir...- le dijo el joven.

-Que te los diga Lily, yo ya no puedo perder mas tiempo – dijo echando a andar calle abajo -y ah – se volvio y le lanzo algo, un objeto semicircular resguarnecido entre cuartillos de cuero. Resulto ser un colgante con el simbolo de la luna ahroum echo en cobre. -Llevalo contigo y si en algun momento te perdieras, frotalo contra tu pecho... te conducira directamente a mi casa- explico

Hellionte asintio -Gracias- le dijo viendola irse. Suspirando profundamente. -Me pregunto que diablos habra pasado... este es un dia de locos...- murmuro para si mientras que comenzaba a caminar por el camino que le habia indicado Elora...

Deccal le guió a través del ardiente desierto, el paisaje nunca terminaba, allá donde mirase solo existía el infinito mar de arena y el sol en todo su cenit calentando las arenas bajo sus pies.

El calor era cada vez mayor, común más andaba, el sudor cubría todo su pelaje desde hacia al menos una hora y seguía sin atisbarse un destino fijo.

Aquella inmensidad estaba volviéndole loco, y el calor sofocándole, cada segundo era valioso, iba a llegar tarde, una vez más arruinaba todo, y eso si es que lograba llegar. Estaba perdido y no veía salida, tenia que hacer algo, si quería salir, tenia que demostrarlo, tener la actitud.

-¿A donde estamos yendo?- preguntó ya con molestia -y ¿porque aun no ha contestado mis preguntas?

El espíritu se detuvo en seco y se volvió a mirarlo estrechando los ojos.

-Que no reconozca el camino es todavía más insultante que reconocer que esta perdido, en cuanto a sus preguntas -pareció suspirar -no las formuló precisamente muy correctas. No es por que le traje aquí, sino cuando le traje aquí y...

Un leve temblor sacudió el suelo bajo los pies de Tussio y pronto la arena comenzó a desvanecerse tragada por un agujero nacido de la nada, un torbellino que chupaba con ferocidad tanto aire como arena y amenazaba con tragarle a él también.

El Caminante dio un salto cuando sintió la arena desaparecer bajo sus pies, intentó hacerse hacia un lado y dio gracias de aun permanecer en forma lobuna

Tussio logró evitar ser tragado por el torbellino, sus instintos y sus reflejos habían funcionado con rapidez evitando la caída. Entonces tuvo un segundo para pensar en las palabras de Deccal... recordar

-Nunca al norte, nunca al sur, olvidar el este, pasar del oeste. Ser siempre el centro para hallar el cetro - dijo el hombre envuelto en trapos. Un brazo que extiende una mano que paga la información con un collar de oro, una pieza antigua y valiosa. No reconoce la mano del pagador, pero si un tatuaje de su muñeca... un escarabajo azul, un símbolo de... elegidos

Sacudió al cabeza cuando esas imágenes pasaron por su mente y apretó los dientes mirando al espíritu ¿que era todo eso? ¿Como superarlo? estaba en una terrible desventaja en todos los aspectos, maldito el momento en que abrió la boca, en que se dejó convencer por Akim y habló de más. Siempre al centro... ¿y si era un truco de ese tal Deccal? ¿Si era el calor que le hacia delirar? volvió a maldecirse a si mismo por lo que iba a hacer, era una locura. Se lanzó hacia el agujero cambiando a su forma de combate previendo lo peor...

Todo se hizo oscuridad y el mundo dejo de tener sentido una vez que la vorágine le trago del todo. Anpw se sintió caer durante un tiempo indeterminado y dar contra mas arena, sin lastimarse.

Podía respirar y podía sentir el aire y la arena a su alrededor, mas no había ni una sola luz allí donde cállese, polvo de arena le llovía del cielo, desde aquel punto al cual había saltado. Frío bajo sus pies y humedad, ¿pudiera ser que fuera una gruta o algún edificio enterrado bajo siglos de arena del desierto?

Fuera lo que fuera, tenia que seguir adelante, estaba allí ya no podría volver al desierto de la misma forma en al que entro, además, tampoco lo deseaba. Trato de valerse de todos sus recursos, la forma crinos tenia más ventajas que la simple fuerza bruta, volvía a tener sus manos así que podía palpar su entorno, era rápida como el lupus, aunque más torpe, pero también tenia sus aumentados sentidos, y de ellos pensaba valerse para encontrar su camino y salir de ese condenado lugar

Al ir palpando entre la oscuridad descubrió para su sorpresa que no solo había arena, sino que también existía la piedra. Moviéndose en la oscuridad palpando con las manos y atento al sonido, descubrió un camino. La pared le servia de guía y el aire enviciado de polvo le informaba de la antigüedad del lugar.
Hasta que la pared se cortó en una bifurcación o algo más. Sintiendo, palpando y oyendo se percato de que estaba equivocado. No estaba en una bifurcación sino justo en el centro de una estrella de ocho puntas.

-Ve el señor hasta donde le han conducido sus pasos- escuchó la voz de Deccal - ¿ha contado ya los caminos?¿cuantos son?

Anpw se detuvo a pensar un instante al oír esa voz, pero en la situación que se encontraba, era difícil pensar con claridad, ni siquiera debía estar allí y la voz de Deccal empezaba a volverse un tanto irritante. Quería pensar más, analizar con mayor detenimiento, eso era lo que siempre hacia y lo que le habían enseñado, quería saber que había sido esa imagen en su cabeza ante y tenia demasiadas dudas como para concentrarse. Antes de lo que le hubiera gustado respondió escuetamente en la dirección en que había oído al espíritu -4- aunque quizás fuera solo uno, de los 8, 4 debían ser pasados por alto, los otros cuatro estaban al centro ¿pero cual era cual?

-Tsk... tsk... mi señor ha debido olvidar el centro - restalló una lengua -lo que hace un total de... - sopló un viento helado - 9 caminos - y luego solo risas

Apretó los dientes y rechinaron. 4, 5, 9, 1, todo era lo mismo, debía ir siempre al centro pero desorientado como se encontraba daba igual que lo supiera o no, apenas si podía moverse y esa voz, ya no era una "simple" molestia

-¿Tal vez el señor desea recordarlo todo ahora? ¿O tal vez lo que quiera es estar en un lugar más cómodo? ¿O que todo esto acabe? - volvió a oírse la voz melosamente - tal vez...

-De nuh ed call edel - resonó otra voz con eco a través de las paredes, una voz con tanta energía que incluso acallo al propio espíritu

Una fuente de luz engulló a Tussio cegándolo al instante y cuando esta desapareció se observó en el centro de una sala funeraria egipcia.

Un barco de oro y plata adornaban el extremo este de la sala. Las laminas que lo recubrían hablaban de la historia de un antiguo pueblo, sus los grabados eran de hombres con cabeza de chacal que luchaban, cultivaban y tocaban instrumentos bajo el sol y la luna.

En el extremo oeste descansaban los huesos de aquellos que en vida le sirvieron y en muerte le acompañarían. Cinco cadáveres ricamente adornados y momificados.

En el extremo norte dominaba una gran pareja de esfinges. Una del dios escarabajo y otra del dios chacal.

En el extremo sur, una puerta de tallada en la piedra ricamente adornada con marfiles y jade en sus resaltes mostraba el camino al otro mundo para su faraón.

Su sarcófago descansaba en el centro, y su forma no podía ser más peculiar. Guardaba ciertamente el mismo aspecto que cualquier otro sarcófago que Tussio pudiera haber visto por la televisión, pero por este no parecían haber pasado los años y lo que era más expectante. En la mano derecha de la lapida de la tumba, el faraón poseía un cetro de plata que iluminaba más que los propios rayos del sol, creando así la luz, para ver toda la sala, en la que ninguna rejilla o ventana había.

Aquel lugar rebosaba de un aire fascinante que aprecia arrancarle a Tussio el alma de su cuerpo para llevarla por todos lados. Cada lugar al que observaba, allí donde posara su vista, los detalles eran de una magnificencia tal que ni en sus sueños más reales podría haber imaginado.
Se movió de un lado al otro, apreciando, añorando, disfrutando y regocijándose en ese perdido esplendor y finalmente se acercó al sarcófago para contemplarlo con la atención que merecía. Leyó la inscripción y su cuerpo se paralizo "Khem-Shu-Nubi hijo de Shu-Benade hija que fue de Shu-Heru Señor de los que Caminan en Silencio" la mezcla de emoción, temor e infinito respeto le golpeó en todo su ser cuando comprendió el significado de esos jeroglíficos. Estaba en la sagrada tumba de uno de los descendientes del mismísimo Shu-Heru, quien guió a su pueblo en la paz, en la guerra y en su exilio, que luchó contra "el maldito" hasta que la medición cayo sobre todos, siempre con los suyos, siempre al frente sin importar los tiempos que viviesen, él estaba allí, afrontando su responsabilidad, allí para Gaia y para su pueblo.
Tussio no lo sabia, pero estaba temblando como una hoja en ese lugar ene se momento, no podía concebirlo, cayó al suelo de rodillas sin poder asimilar lo que ocurría

-Levántate hijo de Khem- resonó la misma voz que había echó a callar a Deccal -tu gesto honrará a tus ancestros. Eres digna sangre de su sangre.

A la voz se le sumó forma, levemente fue cogiendo color junto a él. Era algo más baja que Tussio y más delgada pero conservaba una belleza exótica aun en su forma de batalla.



Una hembra que no recogía más ropa que la que llevaba puesta, que nada indicaba de su puesto o su rango.

Anpw reaccionó de golpe al oír aquella voz, y aunque le pedía que se pusiera de pie, él no lo hizo hasta no hincarse como debía hacerlo, como un súbito reflejo. Solo entonces, tras haberse hincado completamente se levantó como le ordenaban, observando a quien tenia frente a si.
¿Dónde estaba realmente? Sabido era que jamás un Caminante Silencioso podría ver a sus antecesores hasta no reunirse con ellos siendo uno con Gaia, aunque había leyendas, leyendas que hablaban de senderos que llevaban al rincón Umbral que respectaba a la Tribu, pero aquello era diferente, o al menos parecía diferente. Deccal había dicho que no era “Donde” le había llevado, sino “Cuando” ¿Era posible que…?

-Gracias por venir Escucha-al-Viento, hace mucho que te espero- dijo haciéndole un cortes reverencia

Las nuevas palabras de la Garou cortaron las miles de ideas que se enmarañaban en la cabeza del joven Theruge. Devolvió la reverencia y bajó apenado su cabeza, al parecer su senda estaba marcada por incontables fracasos –Lo lamento- dijo con sinceridad ¿Quién sabe cuanto tiempo le había esperado? ¿Y Quien sabe cuanto haría esperar a la pobre Ajoro por culpa de sus descuidos? – No tengo excusa

Hellionte suspiro al alejarse Elora y comenzó a andar por el camino, no a los demasiados metros, comenzó a desviarse un poco, perdiéndose por las zonas aledaneas, registrando los pastizales altos, buscando algo para poder llevarle a Águila. Tardo casi media hora, pero finalmente regreso al camino llevándose una pequeña culebra que tenía sostenida de la cabeza para que no intentara mordisquearlo.

El hombre iba caminando hasta que llego donde el barquero, disponiéndose a cruzar hasta la zona de la fuente de los deseos. Intento regatearle el precio para llegar, pero finalmente le dio sus cinco míseros dólares para poder llegar del otro lado. Ya se las ingeniaría de alguna forma para regresar.

En el camino el Fenris se entretuvo con la culebra, observándola con detenimiento. Tenia todo lo necesario... solo le faltaba un acertijo... pero pronto se le vino uno a la mente, al recordar su extraño sueño de hoy a la mañana. Ya con el acertijo también en mente, el hombre se quedo pensativo con su mente un poco perdida en todo lo que había sucedido en tan corto lapso de tiempo...

Hellionte una vez había llegado al otro lado, comenzó a caminar por un sendero, que pronto se vio rodeado de árboles. Un poco perdido, siguió el camino, mientras que miraba los alrededores, al poco tiempo dio con la fuente... definitivamente debía ser esa... era una enorme fuente con una estatua de piedra con la forma de un homínido cambiando a glabro. La presencia de William allí solo le remarcaba más que ese era el lugar. El Fenris miro los alrededores, en teoría le habían dicho que este lugar era sagrado y que pocos entraban sin autorización, sin embargo solo estaba William allí. Aun así, el joven se le acerco sonriendo un poco.
-Buenos días William- le dijo de aparente buen humor.

-Buenos días también para ti Sven Sǿren Gaelsom – respondiendo a su saludo ofreciéndole un sitio ante el - mi hermana me dijo que querías saber más de ti, se ve que no es nada de broma aquello de que has perdido tu identidad – hizo una leve mueca - perdona que me riera de aquello la pasada noche –tendiéndole la mano en señal de amistad

Hellionte asintió y le tendió la mano amistosamente, asintiendo y tomando el lugar que le ofrecía -No te preocupes, no tome ninguna clase de ofensa... y no, desgraciadamente no es broma... o tal vez afortunadamente...- dijo haciendo una mueca -Escucho lo que sea que puedas contarme buen William... se sincero por favor con lo que sabes, no me voy a ofender de ninguna manera...- le prometió

-¿Por donde quieres que comience?¿Por como ganaste tu nombre Garou, por donde algunas tribus te guardan cierto..recelo? o ¿por el puñetero árbol genealógico?- pregunto sentándose

Hellionte se encogió de hombros -Por donde te parezca mas pertinente... aunque supongo que lo mejor seria comenzar desde el principio así no hay que dar saltos temporales...- dijo el Fenris

William asintió y se aclaro la garganta con un pequeño carraspeo

-Hace mucho tiempo antes de la llegada de los españoles, este basto territorio fue descubierto por terribles guerreros y a su par grandes exploradores, te hablo de los vikingos.
En su afán de territorio traspasaron el extenso mar y aunque no todas, si algunas consiguieron hacerse con un lugar en esta tierra.

Tú desciendes de ellos..

Me saltare como conquistaron y se hicieron con sus dominios, pues es algo q no me compete, pero si se que durante esa época, tu linaje no era el gobernante, sino otra casta menos competitiva que la vuestra al parecer.

Vosotros os abristeis bajo un término mejor.. paso a sangre y fuego hasta el poder

Hellionte asintió, no sonaba discordante con lo que quedaba en su mente sobre las tradiciones y formas de pensar vikingas. Aunque estaban lo suficientemente difusas como para no manejar su forma de entender el mundo, entendía el punto de vista.

-Tu abuelo. Ivar Sǿren fue un gran guerrero que se hizo con el poder tras la batalla de las siete noches. Fue una gran batalla que se libro en la umbra por defender un túmulo de colmillos mientras este era despertado.

Hay quien dice que los Colmillos se lo otorgaron como reconocimiento, pero la verdad es que tu abuelo se lo gano a pulso y con sus buenas cicatrices. Aunque eso no quita que fuera un bastardo sanguinario que matara a cualquiera que se atreviera a retarlo en los últimos años-

Hellionte asintió haciendo una mueca -¿Y luego?- pregunto entre interesado y levemente golpeado por todo ese pasado cubierto de sangre y fuego que lo envolvía. En su mente hacia eco la frase que antes Athos hubiera dicho haber escuchado escapar de sus labios mientras dormía

-Saltamos a tu padre. Digamos que el tomo el poder de una forma clásica. Reto a tu abuelo cuando se creyó preparado y le partió el cuello sin pensárselo. Nadie le culpo, el viejo Sǿren no habría querido vivir sabiéndose derrotado, lo había dicho un par de veces.-

-Mejor muerto en batalla que siendo un viejo estorbo – cito una de sus frases muy conocidas -seguro que el viejo se alegra desde el Valhala
Hellionte hizo una mueca al escuchar que su abuelo había encontrado un final tan frío... aun axial, entendía que para el había sido probablemente una muerte digna y honorable... pero aun así el punto permanecía... el hijo había matado al padre sin ninguna clase de remordimiento aparente...

-Tu padre es conocido ciertamente como Ford "Rey de Hielo". Un nombre muy americano si, pero como ves su nombre Garou dice más de el. No es un hombre fácil de trato y si hablamos de sentimientos – reprimió un escalofrió - antes erais cinco aspirantes al trono Hellionte, antes – resalto - y no todos sois sus hijos...

Resalto cuatro dedos en su mano que fue bajando común enumeraba
-Tu hermano el mayor. Antonie "Mensajero de Batalla" nacido Galliard, seis años mayor que tu. Fue un gran orgullo para tu padre, y por lo que se también un motivo para que casi se volviera loco el día que tuvo que condenarlo por una ruptura de letanía.

Muerto hará dos años.... – bajo un dedo y quedo en silencio dejando que lo asimilara

Hellionte hizo una mueca y trago saliva mientras que bajaba la mirada. Lentamente entendía por que el seguramente venia a hacer todas estas cosas, probablemente por mas que el no las compartiera...

-...entiendo...- murmuro, un poco triste, suspirando profundamente mientras que negaba con la cabeza, antes de alzar la vista para mirar a William -Continua por favor...-le dijo, manteniendo su voz firme.

-Ivar "Segunda Lección" , su nombre fue en honor a tu abuelo. Uno de tus primos. Y puede que el mas alegre de los dos. Su historia es bien triste Hellionte, aunque también queda decir que es digna de un Camada que sabe afrontar su destino, por oneroso que este sea. - dijo intentando sonreír - tu primo guarda un gran respeto entre las canciones de muchos galliard, no así aquellos que le buscaron su perdición a los dieciséis años – le miro fijamente tosiendo un momento -tu y tu otro primo Guy "Colmillo-Negro"

-¿Yo y mi otro primo?- pregunto tembloroso Hellionte, bastante impactado por sus palabras.

-Si- y sus palabras sonaron como una sentencia -Tu y su hermano mayor. Él quería emularlos a ambos y vuestro ardor, aquello que fuera que os arde en las venas, no diré mal, Hellionte, que de pedirme la verdad te la doy y tu anterior yo de mi nada más que recibiría asco...porque ...- callo y lo razono - ¿quieres verlo?- le pregunto -puedo llevarte a aquel día si cierras los ojos y duermes – explico

Hellionte dudo, pero finalmente asintió con tristeza. Lo mínimo que podía hacer, en especial por su difunto primo, era hacerse cargo de las cosas que había hecho, no huir de ellas y hacer de cuenta que no habían sucedido...

El resonar de unas pesadas botas le terminaron por sacar de su sueño. Espíritu de Plata se encontró a "Bala de Cañón" ataviado con una vieja chaqueta del ejército americano, unos vaqueros rotos en las rodillas y unas enormes botas de puntera acaba en punta saliendo de su habitación.

Desparramó el contenido de su gran mochila, del hombro, directamente a la mesa. Un par de armas de fuego y distintos tipos de balas saltaron y cayeron al suelo, entre mascullos del roehuesos.

Espíritu de Plata dirigió sus orejas hacia la fuente de los pasos, su olfato identificó al roehuesos, así que no se molestó en mirar quien era. El ruido metálico, y ese olor desagradable a pólvora le traían muy malos recuerdos. Recuerdos de muerte. Luego el ruido de las armas hizo que se girara a verlo, curioso.

Ojos de Fuego aparecio a su lado cogiendole de sorpresa. -¿Preparado cachorro?-

-Tendrá que estarlo.- Dijo el Morador pasando junto a él en dirección a la mesa.

-Hay algo ahí afuera.- Dijo Espíritu de Plata poniéndose de pié y señalando con su hocico hacia el exterior. -No sé lo que és, pero puedo sentirlo.-

Los machos se volvieron al unísono hacia la ventana, más fue Ojos de Fuego quien los calmó diciendo. -No hay nada ahí fuera, comprobado, son los tipicos espí...-

-Sí, sí, los de siempre y alguno que otro revoltoso de viento.- Exclamó el totem apareciéndose sobre la mesa. Se rascó el culo y saltó al suelo con un fluido movimiento. Sus ojos se posaron en Espíritu de Plata. -¡Ven aqui Dientes de Leche!- le llamó chasqueando los dedos garras.

Espíritu de Plata se mostró sorprendido ante la llamada del Totem, a la que acudió, con cautela. El espiritu enarcó una ceja y se masajeó el puente del hocico antes de volver a hablar.

-¿Si te llego a llamar bola de pelo mugrienta, también vienes igual de dócil?- Preguntó con su característica voz chillona. Se movio a su alrededor.

-¿Y si pensara saltarte al cuello? ¿A caso no me sería útil acercarme de ésta forma?- Le respondió Espíritu de Plata con seguridad.

-Si pensaras saltarme al cuello no dejarías que te rondara, porque no verme es ponerte en peligro. No me trates como si fuera un mono o uno de los tuyos.- Algo le cayó en la cabeza y él pudo ver que estaba escuchando al totem hablarle desde el techo, por donde andaba como si fuera el propio suelo. -Eres un Theurge, y ante todo eres un Uktena. Aprende a confiar más en tu otro instinto.- Dijo cayendo ante él.

-Entonces hay algo ahí afuera, y estuvo observándonos toda la noche.- Afirmó.

-¡Bien!- Le sonrió. -Así fue.- Concedió dándole unas palmaditas amistosas en el hocico. Se volvió hacia los demás que esperaban con algo de molestia e intriga.

-Nada de que preocuparse,- les calmó de nuevo, -y nada que se te haya pasado mi Theurge.- Acarició también a Ojos de Fuego para no hacerla sentir como si hubiera fallado ella también. -Era un espíritu de viento lunar que buscaba al cachorro, pero como éste no se dormía, él no podía pasar a darle un mensaje, así de simple.- Miró por la ventana. -Y dado que amanece ya se ha tenido que marchar.-

-¿Hablaste con él?- Le preguntó al tótem. -¿Sábes que venía a decirme?-

El espíritu ya perdía la cabeza entre las sobras de la cena cuando las palabras del Uktena le hicieron detenerse. -¿Qué? Ah... ¡Sí! Sí, sí, dejó un mensaje.- Respondió y comenzó a lamer un envoltorio de dulce sin volver a prestar atención al asunto.

-Kawalkiuyut, el cachorro está esperando.- Le llamó la atención Ojos de Fuego. -No te hagas de rogar.-

El espiritu gruño algo y se revolvió inquieto. -Vale, vale...- se sentó entre los restos de comida, -dijo algo de otro theurge y una ayuda y otro uktena más viejo... algo así...-

Espíritu de Plata paró las orejas. -¿Otro Uktena? ¿No te dijo nada más? ¿Qué tipo de ayuda?- Preguntó ansioso.

-No estaba muy atento... tanto revolotear me estaba mareando, pero al menos sí sé quien le envió.- Se cruzó de brazos y le miró significativamente.

-¡Kawalkiuyut!- Le gruñó la Garras amonestándolo, al parecer ella comprendía mucho mejor aquella máscara facial. -¡Ahora!-

-¡Oh!- Sus músculos se tensaron y sus dientes crujieron. Estaba resistiéndose a algo. -Está bien, está bien,- cedió el espíritu -"Escucha al Viento". Ese es el nombre del Garou que mandaba el mensaje.- Adelantó un dedo hacia la garras y dijo malhumorado, -ésta me la pagas... a mi nadie me dá ordenes.- Dijo desapareciéndose

Le resultó extraño que ese theurge solicitara su ayuda. -¿Sabes qué es lo que ocurre con ese theurge?- Le preguntó a Ojos de Fuego.

-No.- Respondió ésta.

-Y la verdad, ahora no es más importante que cazar a ese engendro del Wyrm.- Dijo el roehuesos haciendo rodar el tambor de un viejo modelo de pistola.

-Para el cachorro lo es,- asevero ella, -podría tratarse de su mentor.-

-Si quieres ir en busca de tu mentor, tendrás que decidirlo ahora.- Dijo el alfa de la manada entrando en la sala. -Bien podemos combatir sin tí, pero no podemos sin embargo dejar que marches a una búsqueda que también podría ser peligrosa. O te vienes con nosotros y lo hacemos al volver, o te marchas en busca de ese garou con uno de nosotros. Por nada del mundo dejaré a un miembro de mí manada hacer un trabajo sin alguien para respardarle.-

-El Wyrm es quien se llevó a mi mentor. Vayamos a la fábrica, seguramente los espíritus que allí yacen sabrán algo de él. De una manera u otra voy a encontrarle. ¿Partimos?- Le preguntó a su manada.

-Tú diriges, mofletitos apestosos.- Declaró el totem anudándole algo en su pelaje. Ni siquiera se había dado cuenta de que estuviera ahí.

-Ahora ya eres miembro oficial de la manada chico-, informó el roehuesos, -el totem acaba de atarte entre el pelaje uno de sus dientes de la suerte.- Rió.

Espíritu de Plata palpó suavemente el diente con su garra. -Bien, síganme.- Dijo, y empezó a buscar el rastro de la fábrica, el hedor del Wyrm que hizo hallarla la primera vez

El lupus salió al callejón, teniendo cuidado de evitar las trampas del morador. La ciudad estaba plagada de olores, casi todos desagradables. Recordaba el hedor de la fabrica, y de lo que yacía dentro de ella. Sin embargo los automóviles, las bolsas de residuos y los desagües lo despìstaban emanando olores similares.
Se concentró, la única manera de diferenciar el verdadero rastro era distinguir la mancha del Wyrm en él. Utilizando sus dones, aguzó su percepción, y de repente el hedor de la sierpe se hizo evidente para él.

Logró encontrar el rastro que buscaba. Era difícil de seguir, pero ya no se mezclaba con los otros aromas. Finalmente, luego de deambular por la ciudad por varios minutos, logró llevar a su manada a la locación física de la fábrica.

-Ese sitio apesta.- El morador escupió contra el suelo. -Y está bien vacío.- Dijo al colocarse unas gafas de sol.

-¿Nadie?- Interrogó el Alfa.

-Ni un alma.- Volvió a decir. -O se esconden en otra gama o están dándose un paseo por el otro lado.-

-Tendría que entrar para ver, fuera no se ve nadie.- Respondió Ojos de Fuego, dejando de escudriñar la Umbra.

-¿Estaba igual de vacío la última vez?- Preguntó el Wendigo volviéndose hacia Espiritu-de-Plata.

-Sí, solo al entrar pudimos ver a los espíritus. Aunque sí apestaba por más que no viéramos nada desde fuera. Quizás aprendieron a esconderse.-

-No tienes nada que lamentar. El tiempo de que disponemos es corto, padre Búho me ha dejado salir de la morada de Osiris. Lo ha hecho cada vez que un hijo de Khem ha tenido que sellar el libro. Ahora esa es tu tarea. Por eso estas aquí

"El libro, lo sabia todo esta conectado" pensó el Caminante que no pudo evitar alzar su vista para ver a la mujer al oírle - El libro, por eso es que fui enviado al Túmulo, he leído su contenido, y estaba preparándome para el ritual, buscando más información

-Debes pedir ayuda Escucha-al-Viento. Se cometió un desliz igual que en la veces anteriores, pero esta vez dispones de menos tiempo para arreglarlo que tus antecesores - dijo alarmándole -Llegan tiempos de guerra, puedo sentirlo y si el libro cae en malas manos, ella, despertara de forma terrible.

Le cogió de la muñeca y le pidió que le acompañara hasta un mural de la pared. En el se veían reflejados cuatro espíritus, todos muy parecidos a la forma de Deccal. De hecho creía reconocerle a él en uno de ellos. Los cuatro giraban alrededor de una quinta forma, sin definición que sepultaba campos y animales bajo una tormenta de arena

Tussio miró atentamente -La anciana del Túmulo se ha marchado, y solo hay otro Caminante en el Túmulo, se que él me ayudara, pero no se si será suficiente, hay muchas cosa que no entiendo - confesó- ¿quien es... el espíritu que me trajo hasta aquí? - dijo sin querer nombrar a Deccal una vez más - ¿Que es el libro? ¿Cual es el espíritu que aguarda en su interior?

Ella se giró hacia él y reposó ambas palmas de sus manos en sus hombros. Su mirada se perdía en los ojos de él.

-Ella es muy vieja. Un gran espíritu de los vientos, del tiempo y de la tribu. No se puede decir su nombre sin estar preparado para ello, recuerdalo - soltó una de sus manos para dar ligeros golpecitos contra el dibujo sin forma - sino estas preparado, sino crees en ella y en lo que es capaz de hacer, sin fe en su poder... te destruirá- Le soltó y paseó la vista por toda la sala -En el libro se la contiene pues no puede estar siempre despierta. Ya no. No hay tanta creencia en sus hijos como antes. Los Djinn, los concede deseos. Y el verlos morir la haría enfurecer. Y si en esa furia alguien con oscuras intenciones la invocara podría corromperse a ella y a su regalo -explicó-Debes pedir ayuda, Hazlo

"Los Djinn" pensó, había leído sobre ellos, eran los genios de la cultura árabe, aunque no sabia nada más, no sabia como eran realmente esos espíritus o de que eran capaces -Lo haré- afirmó con seguridad - [b][color=red]pero ¿Que hay de los Djinn? el que me guió hasta aquí.... no parecía presto a ayudarme ¿Puedo confiar en ellos? ¿Debo hacerlo? ¿Que pasara cuando despierte al espíritu? - tenia demasiadas preguntas y sabia que posiblemente muchas no tendrían respuesta en esos momentos

-¿Como crees que sabias el nombre de Deccal? - le dijo ella cruzándose de brazos - Yo te lo diré, de hecho te lo acabo de decir- le sonrió - Tengo que irme me reclaman - pareció entristecerse - recuerda que todo aquello que se desee puede hacerse, solo ha de ponerse voluntad en ello y creerlo. Debes ayudar a tu tribu. Debes buscar a quienes escucharan tu llamada, los corazones más jóvenes ya han sido buscados por Deccal, tal y como le pedirás, habla con él... te ayudara- dijo comenzando a desvanecerse -cuídate mucho... hi...... - se esfumó

La tristeza en al mirada de aquella Garou pasó a través suyo haciendo a todo su interior sacudirse por igual, se llenó de su misma tristeza. Intentó decir algo pero no pudo, tenia muchas cosas para preguntarle todavía, estaba más confuso que antes. Ella comenzó a desvanecerse - No- dijo intentando sujetarla en un intento vano de mantenerla con él, pero su mano solo sujetó el aire y se dio cuenta de que nada podía hacer - adiós- fue todo lo que pudo decir al final, cuando ella se borró frente a sus ojos, dejándole solo

-No este triste mi señor, volverá a verla algún día- dijo el espíritu apareciéndose en el lugar que ella ocupara antes -¿Mando ya la llamada de ayuda?- se inclinó ante él -¿o debo seguir respondiendo a más preguntas?

-Y gracias- susurró aun sabiendo que ella ya no podía oírle, entonces miró a Deccal - Ayúdame a buscar la ayuda, por favor- aquello último fue una sincera suplica, pero no para si, no buscaba que el ayudaran a él, buscaba cumplir con lo que era debido, con lo que su Tribu necesitaba, no solo él

-¿Le otorgaría su ayuda a sus ayudantes el señor? Si es así, yo enviare la ayuda. Yo haré que mentes adecuadas sepan que usted necesita ayuda

Lo miró un segundo, pero no dudo en contestar de corazón -Claro que les daría mi ayuda, aunque no tuviera la suya- aclaró y recupero la compostura, la imponente forma de batalla volvió a erguirse, no importaba si sentía pesar, si tenia dudas y miedos, tenia que soportar todo y ser firme pues todo eso iba más allá de su simple persona, mucho más allá

Deccal le asintió y abrió sus manos hacia el cielo. Rayos de luz crecieron en sus palmas y golpearon en el pecho del cachorro elevándolo en el aire. Un picor y el olor a carne quemada lo inundo todo y tan pronto como comenzó ceso y Tussio volvió a dar contra el suelo con una marca ardiente quemándole el pecho.

-Hecho, señor- el espíritu contrajo sus brazos -y no olvide que desear y consentir a la ligera trae repercusiones graves - le señaló el pecho -su mensaje ha sido enviado a través de los vientos de Selene. Reconocerá a aquellos que los reciban por el mensaje que he dejado en sus sueños. Ellos le recordaran las lecciones sobre mi raza

El gran golpe lo tomó pro sorpresa, pero algo le decía que aunque hubiese estado preparado no hubiera sido menos duro. Se puso de pie poniendo una mano sobre la marca ardiente y escuchó a Deccal asintiendo con la cabeza - Ahora lo se y no lo olvidaré- respondió mientras pensaba cual seria el siguiente paso

-Supongo que el señor querrá volver ahora - le sonrió de aquella forma tan peculiar - aun le resta un deseo. Si sabe pedirlo quien sabe si incluso... - se volvió - incluso podría no ser regañado por nadie

Asintió con al cabeza levemente y pensó, solo un deseo, había desperdiciado las otras oportunidades, no podía hacer lo mismo, debía pensarlo bien, pero aun tenia dudas -¿Cuales son las limitaciones de tus capacidades en cuanto lo que puedes cumplir?

-Solo tengo vedadas las cuestiones que traigan orden. Por lo que no puedo haceros ganar batallas, dado que seria orden de bien para vos. Por ende no podría resucitar a nadie, por que seria a orden de bien para quien lo quiere vivo.... pero nadie dijo que no pudiera tomando algo de poder... ir a antes del momento -sonrió

Tussio sonrió a su vez mientras asentía -Entonces podrías hacerme volver justo unos momentos antes de que yo pronunciase tu nombre frente a Akim, PERO- dijo resaltando como que aquello era tanto o más importante que lo anterior- sin yo olvidar siquiera un detalle de lo que ocurrió desde que te invoque

Akim la estudió con cuidado pasando su peso de una mano a otra y acercándosela a la cara, volteándola para si.

-Esta perfecta. Una talladura excelente. Veo que atendiste bien a tu mentor en esto- dijo al terminar su escrutinio

Anpw lo miró sorprendido, ya estaba de vuelta, pero si aun no había formulado su deseo como tal…. Escuchó a Akim, eso no era lo que había dicho antes ¿que había cambiado? ¿Habría sido Deccal? ¿O era que simplemente, esta vez, Akim había apreciado mejor su obra? Sonrió sabiendo que posiblemente no fuera la ultima opción -Me costó bastante trabajo, aun no soy bueno tallando, pero cuando uno se esfuerza y con algo de ayuda de la fortuna... en cualquier caso, me alegra que sea de su agrado y se que cumplirá bien

-Si, bien. Todo aclarado -alzó la estatuilla - Y esta figurilla nos ayudara aun mas cuando este todo listo. La convertiré en mis ojos y mis oídos. Dado que ella se ha empeñado en verte otra vez- se explicó dándole un toque de atención con los dedos en el pecho -voy a crearme un guardián con tu estatua que estará por mi, cuando yo no pueda

Anpw sonrió y asintió -Me alegra saber que todo fue aclarado y que a pesar de todo ella aun desea verme, me encantará encontrarme con ella -dijo -Y ya sabe que cualquier ayuda que necesite para el ritual solo tiene que pedírmela, aunque supongo que no será necesaria - dijo ya sabiendo la repuesta - ¿cuando podré volver a verla?

-De esto ya me encargo yo. Tu tendrás cosas que hacer, o ¿ya has acabado de resolver lo que te trajo aquí? - preguntó con algo de interés por el tema -ello también es importante. Por cierto a las 13:00 horas en el bar del club de golf. Si llegas tarde, ella se enfadara- dijo

-A las 13.... Eso me deja un par de horas- dijo pensando en voz alta -voy a necesitar su ayuda, he descubierto más de lo que esperaba sobre el libro, eh avanzado mucho, pero aun falta demasiado- dijo con seriedad - me parece que lo mejor será que el cuente todo una vez haya visto a Ajoro, pues será largo

-Muy bien, sea - concedió

-Gracias- dijo asintiendo con la cabeza aun en forma lobuna - entonces marcho a prepararme y a ponerme al tanto sobre lo que ocurre en el Túmulo- dijo al recordar lo acontecido la pasada noche- y cuando mi tiempo con Ajoro termine le buscaré para explicarle todo y pedirle consejo

Satisfecho por como finalmente las cosas se habían desarrollado en todos los aspectos, Anpw decidió volver a la casa de las mujeres que el estaban dando refugio. Todo parecía estar encausado debidamente, y aunque cosas muy serias eran las que se urdían, el Theruge debía mantener la clama y estar tranquilo, dar a cada cosa su tiempo, no precipitarse.

Preparó algunas de sus cosas, tenía bastante tiempo, pero debía organizarlo de forma correcta para no cometer errores, así que decidió que lo mejor era preparar su muda de ropa limpia para el encuentro con Ajoro para entonces, al volver de su entrenamiento podría darse una ducha, cambiarse y salir con aun el suficiente margen de tiempo como para llegar antes de lo estipulado.

Una vez listo eso partió en busca de la zona donde el día anterior había llevado a cabo su ritual de invocación, el cual le había ayudado a invocar al Unicornio para que le enseñara aquel Don con el que podría curar las más graves heridas. Llegó hasta el frondoso y gran árbol de nudosas ramas con una idea bien clara de cómo haría las cosas.
Lo primero seria centrarse en la parte física, Jannah le había dado unos buenos golpes, y todo por no tener los reflejos lo suficientemente entrenados, había visto sus golpes venir, pero no tuvo tiempote reaccionar, debía remediar eso. Una vez satisfecho, con el tiempo restante, se dedicaría a la meditación, centrado su mente como contrapartida de la liberación de Rabia de la debía constar su anterior practica

Espíritu de Plata presentó sus respetos al guardián del Túmulo y pidió que lo llevaran con Escucha el Viento. Si bien el lupus y su compañera no eran del todo bienvenidos en el lugar, ninguno de los dos había actuado en contra del lugar o de su gente y se les permitió pasar.
Recordando el aroma del Theurge y ampliando sus sentidos, y ayudado por Ojos de Fuego, logró dar con el rastro de Escucha el Viento. Lo encontró, entrenando en forma de lupus.

-¿Eres Escucha el Viento?- Le preguntó al Garou

Los sentidos aguzados de la forma del lobo eran una bendición, Anpw se detuvo al oír como alguien se acercaba y su sorpresa fue grande al ver de quienes se trataba. Por un lado estaba aquel Lupus, el Theurge que había estado presente en aquel altercado durante la comida del día anterior, y a su lado, una de las Garou que integraba esa, cuando menos, cuestionable manada de "cazadores del Wyrm"
En esa ocasión el lupus había rechazado su oferta, pero todo indicaba que finalmente, el que hubieran atacado a una cachorra con armas de plata frente a todo el Túmulo, no había sido suficiente para alejarlo de ese camino.

- Así es- dijo intrigado por aquella visita, sentándose sobre sus cuartos traseros

-Tú enviaste a un espíritu lunar en busca de ayuda, y me contactó a mí. ¿Qué necesitas?

Aquello era algo que no esperaba oír, pero cuando escuchó esas palabras volvió a "sentir" la marca que Deccal había dejado en su pecho y recordó algo que Shu-Benade había dicho "los corazones más jóvenes ya han sido buscados por Deccal"

-¿Sabes a quienes ha contactado?- respondió con otra pregunta

-Tú lo mandaste- Le dijo, algo extrañado

-En efecto, pero como bien has dicho le pedí que consiguiera ayuda, pero fue él quien seleccionó a quienes podrían ayudarme y no me ha comunicado de quienes se trata, o cuantos son

-No me ha dicho que es lo que iba a hacer, solo me comunicó tu pedido

-¿Dijo algo más?

-Eres Escucha al Viento, ¿no?- Le preguntó. Le extrañaba que supiera tan poco del mensaje que envió

-Anpw Escucha-al-Viento, Theurge Cliath de los Caminantes Silenciosos- dijo algo desconcertado por aquella pregunta, se suponía que los Lupus tenían una memoria olfativa soberbia, decidió entonces adoptar su forma humana, quizás así le reconocería - Tal vez en mi forma de nacimiento no tengas problemas para recordarme

-Bien, Anpw Escucha al Viento, ¿qué necesitas?

-Es un asunto delicado y complejo, supongo que D... - se mordió la lengua - el espíritu te buscó porque eres un Theurge lo cual nos será de gran ayuda- explicó - te preguntaba respecto a si sabias quienes más fueron contactados y que te había dicho el espíritu pues la información con la que cuento es poca, o al menos, menos de la que me gustaría tener

-El espíritu sólo me dijo que necesitabas ayuda, y que sabías algo de un viejo Theurge Uktena, que es otro de los motivos por lo cual estoy aquí.- Dijo, mientras se sentaba en sus cuartos traseros.

"¿Viejo Theurge Uktena? si este es el primer Uktena que conozco en mi vida... Deccal ¿en que me has metido? " -¿Dijo que yo "sabia"?- remarcó la palabra - ¿o que "podía saber"?- preguntó y un segundo después aclaró - No me gusta mentir, así que no lo haré, si es verdad que "se" algo sobre ese Garou del que hablas entonces en estos momentos mi mente no puede asociarlo, pero sospecho que el espíritu no mintió, y estoy seguro de que tu elección no fue por azar, quizás al investigar y realizar lo que debo podamos- dijo en plural, contándolo ya dentro- descubrir la información que tu buscas

Espíritu de plata se quedó en silencio, evaluando la situación. -Bien, yo te ayudo y tú me ayudas, entonces- Dijo, como declarando los términos del pacto

-Es justo para mí- dijo asintiendo con la cabeza - ¿Te has ido del Túmulo, no es así? - preguntó - ¿Donde podré encontrarte?

-Deberás seguir mi olor, ya que no creo que nos quedemos en un refugio. Pero aquí estoy

-De acuerdo, quiero saber quienes han recibido el llamado y cuantos están dispuesto a colaborar, lo antes que me sea posible, pero tampoco quiero dejar pasar mucho tiempo- dijo con seriedad - hoy mismo, si puedes quedarte en el Túmulo croe que seria lo mejor, después del mediodía he acordado con un respetado Galliard de mi tribu reunirme a tratar el tema ¿podrías estar allí?

Ojos de Fuego ladeó la cola -Primero tus obligaciones con la manada - dijo esperando haber sido bien clara -aunque se que tu mentor es importante para ti, te has comprometido a la manada - se pego al cachorro, acariciando de lomo, para demostrar con el gesto que le comprendía en su búsqueda y le animaba.

-Tengo cosas que hacer, y no puedo quedarme ahora, pero cuando termine estaré aquí, para ayudarte. Espero poder llegar para la reunión con el Galliard- Le dijo a Tussio

-De acuerdo, yo hablare con él seguro coincidirá conmigo en que lo mejor será buscar a todos antes de comenzar a hacer planes, así que posiblemente tengamos algo de tiempo

-Entonces si todo esta decidido- se apartó de ellos mirando el camino de vuelta - volvamos

- Un placer conocerte Caminante, tal vez volvamos a vernos- se le despidió comenzando la andadura, dejándoles un margen por si el Uktena quería despedirse más personalmente

-Bueno, he de partir, ¿que ayuda necesitas? Quizás se me ocurra algo hasta que volvamos a vernos

-Lo mismo digo- respondió respetuosamente a loba y le dejo marchar, luego miro al Lupus- No te preocupes aun, es mejor no esforzarnos en vano, hasta que tengamos algo en concreto, adiós y muchas gracias

Athos ya estaba echándose pasos atrás cuando la voz de Jane le animó el rostro y pareció crecerse.

- Mi madre me dijo eso... que ellas habían tenido una bronca grande - abrió las manos para resaltarlo - y que la tonta de la nieta la había echo entrar en frenesy con sus insultos... ¡En frenesy, ella que no había tenido uno desde que llego aquí! Casi podría decirse que es algo bueno, ¿no? - haciendo la pregunta al aire - pero la verdad... - cogió aliento para seguir soltándose - es que esa loca es más buena que el pan... y además una vez tranquila se olvida rápido de dañar incluso a las moscas... lo sabré yo que más de una vez la habré... – tosió - bueno pues eso, que es raro...

Freya suspiró y siguió comiéndose la loncha que ahora le sabía a cartón...

- Tenemos que ver el lugar - dijo con tranquilidad - aunque ahora estoy casi segura de que estará más que contaminado - gruñó - no podremos sacar mucho... si fue Ambar, debería haber algo que la delatara... no tiene la suficiente coherencia para ocultar sus huellas... si fue un ataque agresivo, sería eso... un ataque, un arranque de furia, de ira, de rabia - entornó los ojos haciendo a un lado la comida sin mirarla, cruzándose de brazos - me es increíble que no tengan pistas al respecto... si fue algo premeditado y no hay rastros por ningún lado entonces - se encogió de hombros - Ambar ha vuelto a ser la de antes o bien, no fue ella y alguien metió el hocico.

- La cuestión es que Lily me dijo que habían hallado su olor en el cuerpo... y había marcas de garras... - resopló - Padre Bill por su parte - no pudo evitar entornar levemente los ojos al nombrar al morador de cristal - decía que también había un especie de testigo, pero fue en aquél momento que llegó Atreides y me encomendaron la misión, tenía que encontrarte... En principio yo sería la acusación y tú... estás asignada a la defensa, pero yo sinceramente lo que quiero es hallar la verdad, estamos hablando de una vida - dijo, aquello le causaba vértigo.

Freya volteó a mirarle fijamente... Sólo Pack entendía esa mirada... era de incredulidad debido a que conocía demasiados Phillodox que sólo buscaban matar... era más que suficiente hacer eso, hacer valer la ley matando a alguien y se olvidaban de si habían hecho lo correcto o no... que sólo se apegaban a la letanía y se olvidaban de que ellos, eran seres humanos... Una lágrima recorrió su mejilla y asintió solemnemente, tomándole la mano a Jane con fuerza...

- Estamos juntas... en ésto - dijo con voz ronca - no te voy a decepcionar... - suspiró profundamente asintiendo - hagámoslo...

- ¿Puedo ir con vosotras? Yo me conozco el túmulo de pe a pa y me sé de bocas que hablan y otras que es mejor no preguntar - dijo queriendo ser útil - él también podría ayudar - señaló a Pack - por si alguien tiene que ser persuadido - dijo chocando su puño contra la palma de la otra mano sonoramente - Y oye.. si no siempre podemos preguntarle a ella, a lo mejor si es verdad que se recuperó, aunque lo dudo, olvidar es fácil... pero recordar, bueno el tótem del despertar cura algunos males ciertamente... pero la memoria, yo no conozco método alguno o no me lo ha contado mi madre o no lo he oído – soltó.

Jane sonrió sinceramente a la frase de Freya aunque quedó visiblemente sorprendida por la manera en que había tomado su decisión de buscar la verdad... para Jane era lo lógico no había otra manera de buscar impartir justicia que buscando alcanzar la anhelada verdad.

- Pues deberíamos ponernos manos a la obra - afirmó y a continuación escuchó a Athos hablando nuevamente, Freya los conocía mejor... ella dirimiría si serían una ayuda o un inconveniente.

- Vamos a poner puntos sobre íes - dijo Freya suspirando mirando a Athos - tú te callas durante el tiempo que no te demos la palabra - dijo mirándolo fijamente - y tú - miró a Pack - nada de golpes a menos que no te lo pidamos... que no queremos más problemas de los que ya hay... y una cosa más para los tres - les miró - si vuelvo a comportarme extraña, no duden, un buen golpe y desmáyenme... ¿Ok?

- Noto cierto desprecio en mi trato - dijo Athos con molestia - me estás tratando como un metis.

- Es que eres un metis - señaló Pack y luego asintió ante lo de Freya - además lo de la boca es por sentido obvio... que sueltas la lengua con peligro y sube el pan - se rió.

Athos le miró con enfado y le sacó la lengua.

Jane sonrió.

- Bueno...yo tengo un problemilla...mi coche es un biplaza, así que no podremos ir todos...- dijo recordando ese "pequeño" detalle.

- No, no - dijo Freya suspirando - no deben de saber sobre nuestras indagaciones - dijo mirándole - si saben algo, va a correr la pólvora y no vamos a poder explotar la bomba... - gruñó - porque no tendremos combustible, ¡¡¡Todo se habrá diseminado!!! - le miró - y un metis es un metis... tan valioso como un garou - miró a Pack - y creo que Red te lo debe recordar, señor macho... En cuanto a coches - gruñó - podemos ir caminando y pensando en lo que podemos hacer y sobre todo, que don Bocazas - entornó los ojos y luego se rió divertida, porque era igual que ella a finales de cuentas - nos cuenta a quién sí y a quién no preguntarle...

- Lo decía porque lo es Freya... - y se quedó mudo ante la salida de Red.

- ¡No! Hasta que ambos me pidáis disculpas - dijo enfurruñado cruzando los brazos con las orejas a medio levantar.

- Cuando tú me pidas disculpas por lo de la tienda departamental - le miró Freya con fijeza... - y tú sabes bien que eso no te conviene, así que déjate de berrinches y pongámonos a trabajar...

Jane asintió a las últimas palabras de Freya disponiéndose a salir.

- La verdad es que de momento lo que te he dicho es casi lo único que sé... Por lo que me contaron, Ambar sorprendió a la chica con un chico en plena acción... ya sabes - dijo mirando a Freya arqueando ligeramente una ceja - Creyó que los ruiditos, suspiros varios, eran de dolor... así que al parecer saltó en defensa de ella. La chica se enfadó muchísimo con ella y al parecer despotricó un montón... La llevó hasta la fiesta y ahí estuvo atacándola... y ahí sé que William hizo algo inoportuno - alzó los hombros - pero no sé nada más.

- ¡Eso me lo contó mamá! - dijo el metis sin poderse callar - dijo que William resaltó algunas cosas para hacer chiste y bajar hierro al asunto, pero no salió como quería y todo fue un caos - confirmó y miró a Freya - ¿Por qué tengo que pedir perdón? Tú robaste la ropa al fin y al cabo y casi haces que rompa el velo yo.

- ¿Y quién estaba de mirón? - rugió Freya más que molesta mirándole un leve instante y luego sacudió la cabeza... recordaba otros ojos y otras palabras... no estaban detrás de un espejo, pero sí mucho más cerca...

- ¿Mirón? - Pack se reincorporó de su postura descansada - ¿en el puto probador de mirón? - repitió apretando los puños creciéndose - serás....

- Basta - dijo Freya mirándole - basta Pack, pero... - le miró a Athos - como siga de berrinchudo, será su madre quien sepa lo que hace en los vestidores de la tienda departamental - dijo con tal malicia que el mismísimo Argos tragaría saliva.

- Venga ya... que tenemos algo que hacer...y así no vamos a saber ni por dónde empezar... Hay una vida en juego os recuerdo y todo el túmulo estará pendiente de esto, así que...

- Sí, sí, vale - dijo Pack haciendo stop con las manos - pero cuando volvamos aquí, tú y yo vamos a hablar - señaló al metis con rabia - Voy a por mi camisa.

- Y eso es Pack, me gustaría ver qué haría Elora al respecto - se miró las uñas y luego caminó hacia la puerta - EA, AHROUN, tienes un minuto para estar abajo, ¡¡¡Q!ue nos vamos!!!

- ¿Bueno por dónde crees que deberíamos empezar? - dijo la philoodox preguntando a la ragabash.

- Por donde todo empezó - le miró - el lugar de los hechos, que por más que digan que tenía el olor y bla, bla, bla, todos podemos equivocarnos.